Principio 24

Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Sólo las creaciones de luz son reales.

Una de las señales que dice la Biblia que usaba la gente, para saber que Jesús era el Mesías, era que él sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos. Pero, obviamente, la Biblia no enseña que nosotros mismos hicimos la enfermedad y la muerte. De esto fue que hablamos antes. La mente lo fabricó todo en este mundo. Un Curso En Milagros realmente plantea esto en el sentido global cósmico de hacer el universo físico completo. =
Para nuestros propósitos aquí, se refiere a que nosotros hicimos el cuerpo y las leyes del mismo, lo que significa que hicimos la enfermedad e hicimos las leyes de la muerte. Puesto que las hicimos, podemos cambiarlas.
El Espíritu Santo no sana el cuerpo porque Él no lo enfermó. Lo que hace el Espíritu Santo es sanar la culpa en nuestras mentes que enfermó al cuerpo al ayudarnos a cambiar de pensamiento acerca de esa culpa que elegimos. Esta es una distinción muy importante que debemos recordar, de modo que no caigamos en la trampa de pedir la ayuda del Espíritu Santo para algo en el mundo material. Todo lo que hace eso, repito, es hacer real al mundo, del mismo modo que usted no debe pedirle un área de estacionamiento al Espíritu Santo. Esa es una de las favoritas de la gente que trabaja con el Curso.

Pero cuando usted usa su mente para proyectar cosas como esa, 

eso no necesariamente es pedirle al Espíritu Santo. 
Eso es utilizar su mente.

Hay una diferencia entre lo psíquico y lo espiritual. Lo psíquico es algo que hacemos con nuestras mentes; lo espiritual es algo que hacemos con la mente de Él. Hay una gran diferencia entre los dos. Podemos impresionarnos mucho con las cosas psíquicas de las cuales todos somos capaces. Encontrar lugares de estacionamiento puede ser una de ellas. Pero atribuirle eso al Espíritu Santo es un error, porque Él no hace cosas en el mundo; Él hace cosas en nuestras mentes. No hay mundo. Creer que el Espíritu Santo opera en el mundo es hacerlo a Él tan demente como estamos nosotros: hacer que Él vea un problema donde no existe. El problema no es que usted necesite un lugar de estacionamiento; el problema es su preocupación sobre la necesidad de un área de estacionamiento.

Usted le dice a Él que necesita un lugar para estacionarse. La mejor oración sería pedirle ayuda para aliviar la necesidad de usted encontrar ese lugar de estacionamiento. ¿Cómo sabe usted dónde se supone que debe estacionarse? A lo mejor debe estacionarse tres cuadras más lejos del lugar donde usted cree que debe hacerlo, debido a razones que usted desconoce. Tal vez, deba estacionarse tres cuadras más lejos, porque en el camino desde donde su carro esté estacionado hasta donde se supone que usted vaya, va a encontrarse con alguien que usted debe conocer y que de otro modo jamás conocería.

En otras palabras, es una manera muy sutil de controlar al Espíritu Santo y de decirle lo que usted necesita, y a menudo le pedimos ayuda para estas cosas con las cuales creemos que ahorramos tiempo, pero tal vez ahorremos aún más tiempo con esa caminata de tres cuadras y con las experiencias que tengamos las cuales nos capacitarían para ahorrar tiempo en el camino de nuestra Expiación.

Estoy recibiendo un doble mensaje aquí. Por una parte le escucho decir que no importa si usted proyecta un lugar de estacionamiento o lo que sea en tanto no se lo atribuya al Espíritu Santo. Pero ahora dice lo contrario, que es no proyecte lugares de estacionamiento ni cosa por el estilo, todas están en la mente.

Exacto, estoy diciendo las dos cosas. Digo que lo mejor es no utilizar la magia, pero la mayoría de nosotros no está lista para eso todo el tiempo. Lo mejor sería preguntarle al Espíritu Santo: "¿Qué debo hacer?" en vez de proyectar el estacionamiento. Digo que no hay nada erróneo en eso, salvo que yo no creo que le ahorrará el tiempo que pedirle al Espíritu Santo sí le ahorraría en términos de trabajar con su culpa.

Más adelante, como veremos, el Principio 38 habla de cómo el Espíritu Santo percibe globalmente, que sería otra manera de decir que El percibe la situación en su totalidad. Nosotros generalmente percibimos una cosa específica, una necesidad específica en algún punto. Yo no quiero caminar diez cuadras o diez minutos o esto o aquello. Quiero estar a tiempo en esta cita; no quiero quedar atrapado en el tránsito. Nosotros lo vemos de manera muy limitada en nuestra experiencia. Él lo ve en un plano mucho más amplio, y es por eso que mientras más receptivos estemos, más rápidamente podemos aprender Sus lecciones y sanarnos.

Cuando yo comencé a usar el Curso, solía pedirle al Espíritu Santo una miríada de cosas, y ahora mi sentir es que Su única función es realmente enseñarme a perdonar. Ya ni siquiera le pido otras cosas; sólo continúo pidiéndole que me ayude a estar menos resistente a ser una persona indulgente y amorosa. Esa es la única forma en que yo veo la función del Espíritu Santo. No creo que Él esté aquí para decirme dónde debo estar y qué debo hacer. No sé si tengo razón o si estoy equivocada, pero...

Esa es toda la idea. Lo que usted pide si se encuentra en una situación específica que le produce ansiedad, es ayuda para no sentirse ansioso, más bien que pedir que la situación se resuelva en la forma que usted necesita

A la luz de lo que usted dijo acerca de la enfermedad, me pregunto cómo es que uno se enferma. ¿Qué es lo que hace que nos pongamos saludables de nuevo?

Usted se enferma al proyectar sobre su cuerpo la culpa que está en su mente, el perdón lo regresa a la salud. Si a usted le da un catarro, lo que tiene que hacer, después de tomar aspirinas o pastillas para el catarro o lo que sea, es pedir ayuda para perdonar a quienquiera que no haya perdonado. Si no le viene nadie a la mente, comience donde esté.

Pero sabemos eso porque estamos aquí escuchándolo a usted. ¿Qué tal aquellos que no lo saben? ¿Cómo se curan?

Al cambiar de pensamiento a través del perdón o utilizando alguna forma de magia. La magia funciona; no cabe duda al respecto. Pero eso no le va a aliviar la causa subyacente del catarro, o de la enfermedad que sea. La mayoría de la gente en el mundo se pasa resolviendo problemas en este nivel, uno tras otro. Como dije antes, nos estamos volviendo más y más sofisticados en la solución de nuestros problemas, lo cual significa que el ego se está tornando más y más sofisticado en la fabricación de los mismos. Y esto jamás termina. Lo único que termina todo el ciclo es perdonar. Es por eso que hoy día aún estamos peleando las mismas guerras que peleábamos hace siglos y milenios.

Así que usted dice que hay que concentrarse en la causa, no en el efecto.


Correcto. La causa sería siempre algún aspecto de la culpa.

"Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador." 

Obviamente, cuando dice tú eres un "milagro", "milagro" se usa en un contexto muy diferente del que estamos hablando. Somos capaces de crear a semejanza de nuestro Creador. Eso es creación. Extendemos nuestro Ser espiritual, como Cristo, tal como Dios extendió Su Ser espiritual al crearnos. Recuerden, la creación no es posible en este mundo.

"Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Sólo las creaciones de luz son reales." Ese es un planteamiento muy claro de la distinción entre la verdad y la ilusión en el Nivel Uno. Crear a semejanza de Dios, lo cual pertenece al nivel del espíritu, es la única verdad; no existe nada más en este mundo. Parece que sí, pero todo lo demás es sólo un mal sueño. En el momento que nos separamos de Dios, nos quedamos dormidos. 

Todo lo que ocurrió después, toda esta alfombra de tiempo, el mundo completo de la evolución, no es nada más que un mal sueño.

Permítanme mencionarles, porque no aparece en los principios, que la meta de Un Curso En Milagros no es despertarnos del sueño. La meta es convertir la pesadilla en un sueño feliz. En el sueño feliz, aún vivimos en este mundo de ilusión, el mundo de cuerpos separados, pero sin proyectar más culpa sobre el mismo. Vivimos en ese mundo con lo que se llama "percepción verdadera." Es lo que el Curso califica como "mundo real": es un mundo totalmente libre de pecado en nuestras mentes. Esa es la meta del Curso. Luego dice que Dios Mismo da el último paso, y eso es lo que finalmente nos despierta del sueño en su totalidad T-11.VIII.15:5. Pero el centro de interés de Un Curso En Milagros es ayudarnos a vivir en este mundo, que es el mundo del cuerpo, pero sin proyecciones de culpa.