Principio 19

Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo.

Básicamente, esto significa que los milagros lo que hacen es restaurar en nuestras mentes la consciencia de nuestra unidad con Dios. Los milagros no nos hacen uno en Dios; los milagros nos recuerdan que somos uno en Dios. Recuerden, vuelvo a repetir, que la idea clave en el sistema del ego y la manera de percibir del ego es que nosotros estamos separados. Si creo que mi cuerpo está enfermo estoy haciendo mi cuerpo real, lo cual quiere decir que estoy haciendo real el propósito del cuerpo.

Esto es la separación. Si me siento perturbado porque usted está enfermo, estoy haciendo exactamente lo mismo. "Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó."

Esto expresa la misma idea: Cooperación quiere decir que usted se une con alguien. Y la Filiación de Dios es una.

Otra cosa que el Curso dice repetidamente de sí mismo, además de que ahorra tiempo, es que es muy sencillo T-11.VIII.1:1; T-15.IV.6:1. Con esto no quiere decir que sea fácil. Es sencillo porque lo ve todo exactamente en la misma forma. Todos los problemas son lo mismo; toda la gente es la misma. Todos estamos unidos en el nivel de nuestras mentes. Por lo tanto, hace que la solución de todos los problemas sea la misma.

¿Eso también incluiría unirnos con la gente que se ha ido antes que nosotros?


Sí, seguro. Las relaciones no son del cuerpo, de modo que alguien muy cercano a usted puede haber fallecido, y usted podría tener aún una relación significativa con él o ella. "Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo." Ahí está la palabra "reflejar" nuevamente. El milagro no se rige por la ley de la eternidad, porque la eternidad no tiene nada que ver con el mundo del tiempo. El milagro se necesita en éste. 

Así que el milagro refleja la ley de la eternidad. La ley de la eternidad es que todos nosotros somos uno, y somos uno ahora mismo.